top of page

¿La nueva esclavitud?

La falta de directrices claras, sobre los derechos de las empleadas domésticas, abren paso a las injusticias

Por Luisa Laguardia


Isabel Pastor, de 34 años y originaria de Totonicapán, ha sido empleada doméstica desde sus 15 años. Durante su vida ha tenido buenos y malos jefes. Pastor narró su peor experiencia laboral donde se demuestra la explotación que sufren el 37% de mujeres que se desempeñan en esta rama del trabajo informal según estadísticas de la Asociación de Trabajadora del Hogar a Domicilio y de Maquila (Atradhom).


Me levantaba a 6:00 a.m. y me acostaba, a veces, a las 10:00 p.m.”, dijo Isabel, mientras narraba un día en esa casa. La empleadora de Isabel, en ese momento, tenía un restaurante, por lo que Pastor tenía tareas diarias de limpieza, orden, lavado y planchado de la casa y también debía pelar verduras, limpiar el local y cocinar para el negocio de su patrona.


Pastor, guiada por una amiga, tenía el conocimiento de que debía solicitar un pago extra por el trabajo del restaurante. Ella, según sus palabras, no lo hizo por “consideración” a su empleadora. Por ambos trabajos recibía una remuneración de Q1,000 sin prestaciones, seguro social ni vacaciones.

Isabel mantiene, gracias a su trabajo, a su madre quien permanece en Totonicapán. Foto: Luisa Laguardia

Para evitar este tipo de abuso laboral varias mujeres de han unido para crear la Asociación de Trabajadora del Hogar a Domicilio y de Maquila (Atradhom) que luchan por garantizar los derecho humanos y laborales a estas mujeres.


Maritza Velásquez, presidenta y representante legal de Atrahdom Guatemala, dio una conferencia de prensa este martes en la Universidad del Istmo, explicó el fin de la organización y la importancia de la aprobación a las reformas al código de trabajo, específicamente, a los artículos 161-166 por medio del convenio 189.


En dicho convenio se pretende dignificar el trabajo de las empleadas domésticas y garantizar aspectos mínimos como un salario proporcional al trabajo desempeñado, un horario determinado, presentaciones y otros. Sin embargo, según la explicación de Velásquez, estas reformas tiene oponentes entres los cuales destacan los empleadores de clase media.


Este fenómeno es atribuido por Daniel Reyes, defensor de las personas trabajadoras de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), a la falta de solvencia económica de los empleadores. Reyes puso el ejemplo de un empleador de clase media que gana Q5,000 al mes y tiene una empleada doméstica, “él no podría pagar, aunque quisiera, un sueldo mínimo más seguro social más prestaciones”, expuso Daniel ya que se quedaría con menos de la mitad de sus salarios.

Isabel cansada de ser explotada renunció al trabajo donde había permanecido durante un año. Foto: Luisa Laguardia

Por su parte Nineth Montenegro, exdiputada por el partido Encuentro por Guatemala, quien habría sido la primera promotora en el congreso de los derechos de las empleadas domésticas en 1999, expresó su descontento sobre la falta de aprobación de la ley y las reformas al código de trabajo.


Montenegro explicó la importancia de las reformas para una regulación y dignificación efectiva para estas trabajadoras. Según información proporcionada por el Banco de Guatemala (Banguat) la economía informal representó, en 2019, el 22% del Producto Interno Bruto (PIB) de Guatemala, por lo que, generar leyes que ayuden a que este sea regulado y garantice derechos básicos de los trabajadores es primordial.


Sin embargo, Daniel Reyes afirmó estar de acuerdo con las reformas al código de trabajo para dignificar a las trabajadoras más no a las reformas constitucionales, a su juicio, no son necesarias.


Según la Encuesta Nacional de Empleos e Ingresos (ENEI) las trabajadoras domésticas representan el 3.6% de la Población Ocupada (PO) y casi alcanzan las 250 mil empleadas. De acuerdo con Maritza Velasquez lo preocupante es que solo el 1% de estas trabajadoras cuenta con los derechos básicos.


Los expertos concuerdan que la falta de oportunidades laborales en el país sumado a la desinformación de la gente provoca que las personas necesitadas acepten cualquier cosa con tal de darle subsistencia a sus familias. Al no lograrlo y no tenes directrices claras para protegerlas son orilladas a otros problemas actuales como la migración y trata de mujeres.

Actualmente Atradhom busca la segunda lectura del convenio en el Congreso de la República. Por lo que realizará un movimiento de las mujeres para ejercer presión y acelerar el proceso de la aprobación de convenio 189.

Como consecuencia de una mala alimentación durante su infancia, Isabel, tiene un problema en sus huesos

131 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page